El Río Guadalbarbo
Obejo aporta múltiples y diferentes posibilidades para los amantes de la naturaleza; sólo con seguir el cauce del río Guadalbarbo tendremos ante nosotros un itinerario de indescriptible belleza y riqueza biológica; la diversidad de paisajes que atraviesa es muy variada a lo largo de su recorrido: mientras que en la parte más alta sus riberas se cubre de tamujos y adelfas, y en las arenas de sus orillas podemos descubrir las huellas de ciervos y jabalíes, conforme baja su curso comienzan a aparecer olivares que dominan el paisaje hasta la carretera, donde junto tamujos, sauces y tarajes, aparecer árboles de mayor envergadura como fresnos, álamos blancos y negros, alisos y olmos.
Además, un tramo de 17 kilómetros del río Guadalbarbo está declarado de interés piscícola, con especies como el barbo gitano o la pardilla, así como ranas verdes, sapillos pintirrojos, galápagos leprosos, ratas de agua y nutrias.
Entre el río Guadalbarbo y Obejo encontramos una serie de caminos y senderos que permiten una gran variedad de recorridos, caracterizados todos ellos por un paisaje en el que se mezclan los olivos, a veces diseminados en laderas con pendientes superiores al 30%, con algunas manchas de encinas.
Paraje de Los Conventos
Otro paraje de impresionante belleza es el conocido como Los Conventos, enclavado en pleno corazón de Sierra Morena; su marcada personalidad viene determinada por sus impresionantes cabezos rocosos, la extensa nava a sus pies y el inalterado bosque mediterráneo, al que se une el halo de misterio y leyenda que quedó en el lugar al haber sido el emplazamiento elegido por monjes mozárabes como lugar de retiro para aislarse del mundanal ajetreo. A todo esto hay que añadir una gran variedad de avifauna con especies como el águila perdicera, el águila real, el búho y el azor que encuentran en este paraje un lugar ideal para nidificar.
Cerro de la Camorrilla
Además de la riqueza botánica y faunística del entorno, es de destacar el Cerro de la Camorrilla donde, en un escarpe de cuarcitas verticales de unos 8 ó 10 metros, se puede ver aún el arranque de una torre o atalaya, conocida como Castillo de Peñaflor.
Pesca y caza
Obejo tiene gran atractivo y tradición cinegética. Los 27 cotos existentes, con una superficie total de 13.505 has. Constituyen escenarios inmejorables para el disfrute de los turistas más entusiastas de este deporte. Sin olvidar la excelente pesca de los ríos que atraviesan las sierras de Obejo, así como el embalse del pantano del Guadalmellato, lugares propicios todos ellos para probar fortuna.
Recogida de frutos de temporada
Gran éxito tiene entre los vecinos y foráneos de Obejo, la recogida en determinadas épocas del año, de algunos productos que nos ofrece la naturaleza. En nuestros campos se crían numerosas setas comestibles, entre las que destacan las boletas (faisanes), los níscalos y las célebres setas azules. No menos interesante es la recogida de espárragos silvestres, tanto trigueros como amargosos.
Fuentes de la Fuenfría y el Pilar
Sobresalen en Obejo las fuentes de la Fuenfría y el Pilar; ambas están alimentadas por el venero recogido en alcubas semisubterráneas, situadas en la ladera del terreno, y se componen de pilares de planta rectangular alimentados por un caño de agua. El más notable es el denominado Pilar, que se encuentra adosado a un muro de contención del que sale el caño y tiene junto a él un escalón que facilita la recogida de agua. Servían de abastecimiento de la población y abrevaje de las caballerías en relación con la vía de comunicación donde se sitúan. Están ubicadas en la margen meridional de la carretera de Obejo – El Vacar, a pocos kms. de la población. Otras fuentes son las de la Estación, Honda, del Arroyo del Rodadero, del Hortigal y del Trechado.
El olivar de sierra
La sierra del término de Obejo, está poblada desde tiempo inmemorial de olivos y debido a su poca rentabilidad y a la escasez de mano de obra, motivada por la emigración, están siendo abandonados o reduciéndose al mínimo sus cuidados. Por otro lado han aparecido plantaciones de olivo tratados de manera ecológica cuya producción es de mayor calidad. Ambas producciones abastece a la Cooperativa Olivarera de San Antonio Abad, perteneciente al grupo "Hojiblanca" que se encuentra en el pueblo.
En esta zona, junto a grandes extensiones de matorral y matorral-pastizal, con o sin arbolado, se mezclan, en costosas terrazas, algunas plantaciones de almendros.